Paris nos recibio frio y obscuro. El periferico parisino resulta menos feo pero igual de tedioso para perderse. Aunque se recorre en menos tiempo.
El frio pues total. Bueno, no tanto pero para mi termostato mexica si es demasiado. Frio todo el tiempo, solo se diferencia entre "mucho", "menos" e "intolerable". Y yo sin kleenex no puedo vivir, o al menos no sin manchar de verde clarito mi bufanda. Lo cual tampoco conviene porque despues de un rato la humedad en la bufanda se pone fria tambien. En la calle no hay nadie pero las tiendas (como la fnac por ejemplo) estan atascadas. No es como para irse de compras ni tomarse el cafe-cliché frances, porque se te pueden ir 11 euros en una sentada de cuatro chocolates calientes. !Pero lo valen en el frio!
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Para fumar, hace falta ser un adicto erizo nicotinico pero no friolento, porque sacar los dedos de los guantes es toda una hazania y no se puede fumar mas que en los cafes, los bares y las tabaquerias (y solo hasta el 1° de enero). Como dijo Serguei en NY: "either you drink or either you smoke, because you can't smoke indoors but you can't drink outdoors". De todos modos, pague mis 4.60 € para comprar mis Gauloises brunes-sans-filtre à la Cortâzar.
Finalmente, el tren ES la onda (mas que la Taq! aunque igual de caro), asi que unas mentadas de madre a Ernesto Zedillo por vender los Trenes Mexicanos. Nos quito el romanticismo de viajar en bola, viendo paisajes bonitos y con la oportunidad de ligar chicas guapas. Yo, encontre mi francesa.